Las obras tienen por objeto solucionar la problemática de la existencia de restos arqueológicos, y hacer compatible el trazado del Colector, infraestructura imprescindible para la Ciudad de Córdoba, con la preservación de los restos arqueológicos detectados.
El trazado debe adaptarse a los restos existentes, lo que fundamentalmente implica un desplazamiento hacia el Sur (río Guadalquivir) del trazado, aunque dicho desplazamiento no puede efectuarse paralelamente.
La excavación realizada para la construcción de las plazas previstas, revelaron la deficiente cimentación de los edificios por lo que las rasantes tuvieron que adaptarse para minimizar las afecciones y evitar riesgos estructurales no asumibles.